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lunes, 18 de abril de 2011

Apuntes sobre el conocimiento funcional del cerebro III

Libertad, y el sistema de activación dopaminérgico.

No hay otro concepto que haya tenido tanto impacto en el paisaje político y económico de la civilización moderna como la libertad. Ningún otro concepto es tan uniformemente aceptado por los conservadores; ni siquiera la religión. Los liberales pueden también exhibir una preferencia por la libertad, pero ni cerca de la completa uniformidad que demuestran los conservadores.
La gente que se siente atraída por el concepto de libertad es mas propensa a ser religiosa. Esta relación entre libertad y predisposición religiosa es más que una simple coincidencia.
La evolución del sistema nervioso ha logrado incorporar muchos neurotransmisores diferentes con la finalidad de proveer respuestas efectivas a una gran variedad de situaciones de supervivencia, pero hay uno que ocupa un lugar especial en la evolución humana. El desarrollo del lenguaje utiliza una red de neuronas ampliamente distribuidas en el cerebro, y en ésta, la dopamina parece jugar un rol fundamental. Por qué? La neurotransmisión dopaminérgica provee una ventaja significativa (con respecto a otras) cuando se trata de controlar movimientos finos como los necesarios para el lenguaje. La dopamina y sus receptores regularizan la conexión entre neuronas, de tal forma que éste tipo de conexiones reduce el "ruido" o distorsión en las redes neuronales, y por lo tanto mejora la relación ruido/señal lo que es valioso para el muy fino control motor de los músculos del habla y los requisitos semánticos del lenguaje. Esta alta calidad de transmisión no es privativa del lenguaje y la semántica, sino que también es utilizada por redes neuronales que controlan los movimientos, las habilidades manuales delicadas, la aritmética y, en lo que va a ser un tema recurrente en el blog, la motivación y la búsqueda de objetivos.
 
Principales circuitos que usan dopamina
Esquema de la molécula de dopamina
Moralidad, y el sistema de activación noradrenérgico.

La mayor parte de la actividad neuronal vinculada con el reconocimiento emocional y la empatía, está distribuida asimétricamente en el hemisferio cerebral derecho. Esto libera al hemisferio izquierdo para administrar las demandas del lenguaje semántico y el control motor fino, tomando ventaja de la mejor calidad de transmisión nerviosa dopaminérgica. No obstante, esta natural ventaja de la transmisión por dopamina, también sería una desventaja para redes neuronales que deban soportar la percepción e integración de una amplia variedad e estímulos medioambientales, incluyendo los estímulos sociales. Para ésto, la noradrenalina ha probado ser mas efectiva. Las redes conectadas mediante éste neurotransmisor no sólo mantienen la atención del medioambiente, sino que  también son sensibles a las anomalías en los datos sensoriales que ingresan al cerebro. El pude interrumpir otros procesos neuronales competidores y aquietarlos, e incluso redirigirlos para su análisis o respuesta dependiendo de su importancia.
El desarrollo del lenguaje semántico debe haber causado un gran dilema para el cerebro: cómo manejar las tareas competentes al proceso del lenguaje semántico y de la atención al medioambiente al mismo tiempo? La respuesta fue, tomar ventajas de la especialización hemisférica ya heredada de las especies anteriores. La especialización asimétrica de: lenguaje semántico en un hemisferio cerebral y el procesamiento de la atención en el otro, provee una medida de la separación de esos dos sistemas y probablemente de una mejora en su eficacia. Esto funciona de tal forma que el procesamiento del lenguaje semántico podría ser interrumpido de sus actividades para atender asuntos urgentes del medio ambiente. Pero no solamente el lenguaje y el medio ambiente, sino otras actividades relacionadas también serán distribuidas asimétricamente, y uno de los más importantes es el cálculo social.
El ser humano promedio posee un arsenal considerable de información social para procesar. Por ejemplo, sabe usted si su jefe está en el trabajo hoy? sabe usted si su jefe está enojado con usted? No necesitamos recordar estas cosas, ya que el cerebro focaliza naturalmente en figuras de autoridad en nuestros respectivos grupos sociales. El seguimiento y respuesta a este tipo de relaciones sociales diarias es instintivo. El monitoreo éste, también se produce en algunos primates.
El estudio mediante imágenes funcionales (fMRI) de los dilemas morales, muestra una significativa coordinación entre distintas áreas neuronales en la resolución del conflicto. En el famoso dilema del tren, en que se consulta a la gente si movería una palanca para desviar el recorrido que podría eventualmente matar a una persona en función de salvar otras cinco, obtiene un si como respuesta en la mayoría de la gente. Esto pone en evidencia que la mayoría de la gente emplearía la filosofía utilitaria o de mayor beneficio social,  en el razonamiento mas impersonal de matar indirectamente a alguien para salvar a otros. Sin embargo, cuando esta misma gente era preguntada sobre matar físicamente ellos mismos en lugar de mover la palanca, la mayoría responde no.
El hallazgo interesante del estudio de imágenes cerebrales demuestra que, en la situación de físicamente matar a alguien, se produce una alta actividad en las regiones neuronales normalmente involucradas en el procesamiento emocional. Esto desecharía las tradicionales teorías morales psicológicas que sostenían que la moral era el resultado del razonamiento o de la cognición superior. Y sugiere que la moralidad se regula definitivamente por mas primitivas redes neuronales. Pero, como el cerebro posee una compleja organización neural, las llamadas redes altamente cognitivas actuarían moderando a las mas primitivas redes emocionales.
Cuando se plantea una situación moralmente más compleja (con el mismo esquema que la anterior combinado), los estudios muestran una elevación de la activación de redes emocionales en aquellas personas que responden no, mientras que la activación es mayor en áreas de la corteza cerebral vinculadas con la toma de decisiones sociales en los que responden si.
Las implicancias generales de estos trabajos indican que, las actitudes morales son moderadas por una combinación de varias estructuras neurales que han sido agregadas al arsenal cerebral en diferentes tiempos evolucionarios. La amígdala y el cuerno posterior, partes de la red emocional, son estructuras antiguas y adaptadas a los juicios morales que regulan la interacción con nuestros congéneres. La corteza cerebral prefrontal es un jugador nuevo en este escenario, que analiza el resultado social, integrando una variedad de información motivacional, recupera e integra memorias relevantes, proyectos sociales y resultados personales, y de esta forma actúa moderando nuestra conducta.
Los estudios muestran una dominancia del hemisferio izquierdo en las estructuras neurales involucradas en lo que se ha llamado deontológica o de personal fácil resolución moral, y un incremento de la actividad en el derecho cuando la resolución moral resulta más difícil.
La conclusión sugiere que, no hay una región del cerebro específicamente moral. Cada región implicada en moralidad está también implicada en funciones no morales. Habría una buena razón para esto. La complejidad de los mecanismos de regulación social y las variaciones medioambientales no se llevarían bien con un sistema único de control moral, más bien un sistema más amplio contribuiría a administrar una mas amplia variedad de escenarios de supervivencia.

Libro: Greene J.D. The Moral Brain and How to Use It

1 comentario:

  1. Victor,sin dudas, un prometedor blog.Ya lo estoy siguiendo para estar al corriente de la publicaciones..lo mejor para el futuro!!

    Saludos Juan Carlos

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